Todos los ruidos del mundo es una colección de relatos que ansiaba leer desde que llegó a mis manos.
Con una premisa bastante novedosa, la autora busca explorar diferentes aspectos y situaciones que se salen de lo común para llevar al lector a cuestionar la esencia del ser y la vida y las situaciones del mundo.
Algo que debo mencionar es que el libro no tiene un género literario, por así decirlo. No sabía si las historias buscaban ser fantasiosas, suspenso, terror o simple ficción, algo que me generó desconcierto.
Mientras leía las historias fui notando un pequeño inconveniente. La falta de cohesión entre las historias y el significado que la autora buscaba transmitir.
Puedo entender que al ser relatos cortos, la idea de dejarnos finales abiertos o sin explicaciones en el clímax de la historia es lo que suele gustar de este tipo de relatos, pero con esta colección en particular no sentí que fuese de este modo.
Quedé decepcionado de mi experiencia con el libro, ya que con una portada tan bella, esperaba historias igual de magníficas.
Ya saben lo que dicen, no juzgues a un libro por su portada, ya que es un arma de doble filo, nunca sabemos con lo que nos encontraremos en una lectura.
Cuando terminé de leer las historias, tuve un pequeño proceso interno de lector, para analizar si en realidad no entendí lo que la autora quería que yo "aprendiera", o en realidad yo estaba en bien y lo que leía en verdad no me había gustado.
Días después, escribiendo este texto, puedo concluir que fue una mezcla de ambos: no logré conectar con la autora, por lo que su libro no me resultó agradable, incapacitando que disfrutase de él y solo quedándome con el sentimiento de que me quedó a deber. Triste, pero así son las cosas y más con las historias de las en ocasiones esperamos con expectativa.