Las nuevas ediciones británicas de las obras infantiles de Roald Dahl como 'Matilda' presentan numerosos cambios para ser más inclusivos, aunque han generado un gran rechazo.
Hace un año y medio, Netflix anunció la adquisición de Roald Dahl Story Company, lo cual le concedió los derechos de todos los libros de este emblemático autor británico de origen noruego, en un acuerdo por valor de más de 500 millones de libras.
Entre la obra de Roald Dahl figuran grandes clásicos de la literatura infantil como Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Matilda o Las brujas, entre otros.
Al anunciar aquel acuerdo, dijeron que querían "traer algunas de las historias más queridas del mundo tanto a los seguidores actuales como a los futuros de maneras nuevas y creativas", y añadirles "un poco de magia fresca". Parece que esto no solo se referían al nuevo musical de Matilda, que lanzó la plataforma de streaming en 2022, o a la nueva serie de animación de Charlie y la fábrica de chocolate que hay en preparación.
Los libros del autor comenzaron a "republicarse" en nuevas ediciones que introducen numerosos cambios en un intento de modernizarse y ajustarse a los tiempos actuales en los que viven ahora las nuevas generaciones de niños que intentan captar, al menos en sus versiones británicas.
De acuerdo con la Roald Dahl Story Company, este proceso de análisis de la obra de Dahl comenzó antes de que Netflix les adquiriese, con el objetivo de que "todos los niños de hoy en día sigan disfrutando de las maravillosas historias y personajes de Dahl".
Algunas de las ideas y comentarios de este escritor han causado polémica al ser recordados en tiempos más modernos, y se le ha llegado a acusar de misoginia, de perpetuar estereotipos raciales y también de antisemitismo.
Las primeras ediciones de los libros de Roald Dahl en introducir cambios son las nuevas de Puffin Books, el sello infantil de la editorial británica Penguin Books. La Roald Dahl Story Company y este sello han trabajado con Inclusive Minds, un colectivo que se define como "apasionado por la inclusión, la diversidad, la igualdad y la accesibilidad en la literatura infantil", para reescribir gran parte de la obra y renovar su lenguaje y los mensajes que transmite.
Los cambios más llamativos en los libros del autor
- Charlie y la fábrica de chocolate. Un personaje que antes era descrito como "gordo", ahora es "enorme", y también se han eliminado adjetivos como "feo". Además, se aplica el género neutro con los Oompa Loompas, que ya no son "hombres pequeños" sino "personas pequeñas".
- Las brujas. En un pasaje del libro, el protagonista afirma que va a tirar del pelo a las mujeres para así saber si llevan pelucas y ver si son brujas, y su abuela contesta lo siguiente: "No puedes ir tirándole el pelo a cada chica que conoces". Sin embargo, ahora en vez de eso dice que "hay muchos otros motivos por las que las mujeres podrían usar pelucas y lo cierto es que no hay nada de malo en ello".
- James y el melocotón gigante. La canción que canta el ciempiés ha sido cambiada por completo, para sustituir palabras como "gorda" y "flácida".
- Matilda. Han sido sustituidas las referencias a los escritores Joseph Conrad (El corazón de las tinieblas) y Rudyard Kipling (El libro de la selva). En su lugar, se nombra a John Steinbeck y a Jane Austen. Además, para evitar la sexualización de las mujeres, Miss Trunchbull ya no es "una hembra formidable" sino "una mujer formidable".
- Los cretinos. La señora ya no es "fea y bestial", sino simplemente "bestial".
El mundo reacciona
Los cambios introducidos en la obra de Dahl han suscitado un gran rechazo, no solo entre los lectores, sino también entre otros escritores, que consideran ridículo y de mal gusto reescribir obras de esta manera, además sin el consentimiento del autor, que falleció hace tiempo.PEN America, una organización que defiende la libertad de expresión y a la que están adscritos miles de escritores, ha dado su opinión a través de su directora ejecutiva, Suzanne Nossel, quien ha afirmado que se sienten "alarmados" ante esta noticia, y que mejor que adulterar los textos originales sería "ofrecer un contexto introductorio" para entender que son obras que se escribieron en otra época y circunstancias, y que es engañoso juzgarlas con los valores de hoy en día.
Salman Rushdie, autor de Hijos de la medianoche y Los versos satánicos, aunque admite que "Roald Dahl no era un ángel", no ha dudado en asegurar de manera contundente que "esto es una censura absurda".
Con información de El confidencial.
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Por favor! Dejen de reescribir! Ya me veo las obras de Shakespeare revisadas! El Quijote reescrito! Y la poesía? Con qué autor comenzará?
ResponderBorrarHola!!
ResponderBorrarSinceramente me parece una ridiculez que reescriban los libros de Dahl, pero bueno las personas piensan que reescribiendo hacen un bien.
Besos💋💋💋