Las mejores frases | Mil veces hasta siempre (Turtles All the Way Down), de John Green


  • La primera vez que caí en la cuenta de que yo podría ser un personaje de ficción, asistía de lunes a viernes a un centro público del norte de Indianápolis llamado White River High School.
  • Empezaba a descubrir que tu vida es una historia que cuentan sobre ti, no una historia que cuentas tú.
  • Si la mitad de las células que tienes dentro no son tú, ¿no pone eso en cuestión la idea de yo como pronombre singular, por no decir como autor de mi destino?
  • El problema de una espiral es que, si la recorres, en realidad nunca acaba. Se estrecha infinitamente.
  • No hablábamos mucho, ni siquiera nos mirábamos mucho, pero no importaba, porque contemplábamos juntos el mismo cielo.
  • Cualquiera puede mirarte. Pero muy pocas veces encuentras a alguien que ve el mismo mundo que estás viendo tú.
  • Y al final, el imperfecto sistema de audio de Harold resultó ser la última nota de la melodía de coincidencias que cambió mi vida.
  • El verdadero terror no es asustarse; es no tener elección.
  • ¿Puedes decir algo más que sí?
    —Sí —dije, y sonreí un poco.
  • Algún día ganarás el Premio Nobel de Pedantería, y estaré muy orgullosa de ti.
  • Preocuparse es la forma correcta de ver la vida. La vida es preocupante.
  • El cielo es un sustantivo singular, como si fuera una sola cosa. Pero el cielo no es una sola cosa. El cielo es todo. Y anoche, bastó por sí solo.
  • La belleza era básicamente un tema de atención. «El río es bonito porque lo miras».
  • Nadie se despide de ti si no quiere volver a verte.
  • ¿En qué se diferencia lo que eres de lo que tienes? Quizá en nada.
  • Quizá eres lo que no puedes no ser.
  • —Me siento como si no fuera yo la que conduce el autobús de mi consciencia —le contesté.
  • El yo es una pluralidad, pero las pluralidades pueden integrarse, ¿verdad? Piensa en un arcoíris. Es un arco de luz, pero también siete arcos de luz de diferentes colores.
  • —Uno de los desafíos del dolor, tanto físico como psíquico, es que en realidad solo podemos abordarlo por medio de metáforas.
  • Quizá solo soy una mentira que me susurro a mí misma.
  • —Todo va bien —me dijo—. Todo va bien. Estoy aquí. No voy a marcharme.
  • —Lo siento.
    —Lo dices mucho.
    —Lo siento mucho.
  • Es una curiosa manera de decirlo, en-amorado, como si el amor fuera un mar en el que te ahogas o una ciudad en la que vives.
  • —Me gustan los poemas cortos con rima extraña, porque así es la vida.
  • «Las hojas se han ido también tú deberías irte».
  • Por alguna razón, al mirar hacia arriba siempre siento que me caigo.
  • Lo peor de estar muy solo es que piensas en todas las veces en las que has deseado que todo el mundo te dejara en paz. Y lo hacen, te dejan en paz, y te conviertes en una compañía terrible.
  • Siempre decimos que estamos bajo las estrellas. No es así, por supuesto. No hay arriba ni abajo, y las estrellas nos rodean por todas partes. Pero decimos que estamos bajo las estrellas, y es bonito.
  • La gravedad no es lo mismo que el cariño: solo uno de ellos es constante.
  • Solo lo veía porque él me veía a mí.
  • El tiempo decide cuándo piensas en él, no al contrario.
  • Las mejores conversaciones son aquellas en las que ni siquiera recuerdas de qué hablasteis, solo recuerdas cómo te sentías.
  • El mundo se introdujo en un túnel mientras luchaba por respirar.
  • Quizá inventamos las metáforas como respuesta al miedo.
  • —Tortugas hasta el puto infinito, Holmesy. Tú intentas encontrar la última tortuga, pero no funciona así.
  • Lo mágico de ser solo amigos es que no puedes cortar. Creo que este rollo de ser solo amigos me ha descubierto el secreto del universo.
  • Sientes que solo puedes describir lo que eres identificando lo que no eres, y vas a la deriva en un cuerpo sin control.
  • Yo recuerdo lo que he imaginado, e imagino lo que recuerdo.
  • Tú eliges tus finales y tus principios. Eliges el encuadre, ¿sabes? Quizá no eliges qué aparece en la foto, pero decides el encuadre.
  • Estar vivo es echar de menos.
  • Las espirales se hacen infinitamente pequeñas si las recorres hacia dentro, pero infinitamente grandes si las recorres hacia fuera.
  • Observáis el mismo cielo juntos, y al rato él dice: «Tengo que marcharme», y tú le dices: «Adiós», y él te dice: «Adiós, Aza», y nadie se despide de ti si no quiere volver a verte.
Divergente

En Divergente encontrarás noticias recientes sobre literatura, adaptaciones, series de televisión, películas y videojuegos.

1 Comentarios

¡Deja tu comentario!
¡Tu opinión es muy importante para nosotros!
¡Exprésate con toda la libertad, pero siempre respeta la opinión de los demás!

  1. Hola!!
    Tengo por leer este libro, me dejaste muy curiosa.
    Besos💋💋💋

    ResponderBorrar
Entrada anterior Entrada siguiente