Las mejores frases | El curioso incidente del perro a medianoche (The Curious Incident of the Dog in the Night-Time), de Mark Haddon


  • Pasaban 7 minutos de la medianoche. El perro estaba tumbado en la hierba, en medio del jardín de la casa de la señora Shears. Tenía los ojos cerrados. Parecía estar corriendo echado, como corren los perros cuando, en sueños, creen que persiguen un gato. Pero el perro no estaba corriendo o dormido. El perro estaba muerto.
  • Todas vendrán hacia nosotros, cada vez más rápido, y sabremos que pronto llegará el fin del mundo porque al alzar la mirada hacia el cielo por las noches no habrá oscuridad, sino la luz resplandeciente de billones de estrellas que se acercan.
  • Los números primos son lo que queda después de eliminar todas las pautas. Yo creo que los números primos son como la vida. Son muy lógicos, pero no hay manera de averiguar cómo funcionan, ni siquiera aunque pasaras todo el tiempo pensando en ellos.
  • No quiero que mi nombre se refiera a una historia sobre ser amable y servicial. Yo quiero que mi nombre se refiera a mí.
  • —Bien —dijo él—, ¿sabes quién mató al perro?
  • 4 coches rojos seguidos hacían que fuese un Día Bueno.
  • Puedes seguir deseando algo por muy improbable que sea.
  • A veces levanto la vista al cielo y pienso en que allá arriba hay moléculas de Madre, o en las nubes sobre África o el Antártico, o en forma de lluvia en las selvas de Brasil, o de nieve en alguna parte.
  • Me tumbo en el jardín y miro al cielo y me pongo las manos a los lados de la cara para no ver la valla y la chimenea y el hilo de tender y puedo hacer como que estoy en el espacio.
  • Las matemáticas no son como la vida, porque al final en la vida no hay respuestas sencillas.
  • A veces nos ponemos tristes por algo y no nos gusta decirles a los demás que estamos tristes por eso. Preferimos guardar el secreto.
  • Levantó la mano derecha y abrió los dedos en abanico y yo levanté mi mano izquierda y abrí los dedos en abanico e hicimos que nuestros dedos se tocaran.
  • Y entonces los fantasmas ya no serán misterios. Serán como la electricidad y el arco iris y las sartenes que no se pegan.
  • La gente siempre piensa que hay algo especial en lo que no puede ver, como el lado oculto de la Luna, o el otro lado de un agujero negro, o en la oscuridad cuando se despiertan por la noche y tienen miedo.
  • Calculé potencias de 2 en mi cabeza porque me tranquilizaba. Llegué hasta 33.554.432.
  • La gente cree en Dios porque el mundo es muy complicado.
  • Una cosa es interesante porque pensamos en ella, no porque sea nueva.
  • Y sé que puedo hacer eso porque fui a Londres yo solo, y porque resolví el misterio de ¿Quién Mató a Wellington?, y encontré a mi madre y fui valiente y escribí un libro y eso significa que puedo hacer cualquier cosa.
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