La adaptación live-action de One Piece ha llegado a Netflix con un impacto sorprendente, equiparándose y superando a dos de las series más populares de la plataforma.
La obra maestra de Eiichiro Oda finalmente ha aterrizado en el servicio de streaming en un formato que previamente no había resultado muy efectivo para las franquicias de anime y manga. Sin embargo, la historia de Monkey D. Luffy demuestra que, cuando se mantiene la calidad y la fidelidad al material original, el éxito es posible.
One Piece hizo su debut la semana pasada y ya ha conquistado a la audiencia de Netflix. La serie ocupa el primer lugar en el ranking del servicio en 84 países, superando así a cualquier otro programa en la historia de Netflix, incluyendo exitosos títulos como Merlina y Stranger Things.
Basada en el icónico manga japonés del mismo nombre, la historia sigue a Monkey D. Luffy, líder de los Piratas del Sombrero de Paja, quien obtiene la capacidad de convertir su cuerpo en goma después de consumir una “Fruta del Diablo”. Se aventura por un mundo lleno de islas exóticas y vastos océanos en busca del legendario tesoro conocido como “One Piece”, con el objetivo de convertirse en el próximo Rey Pirata.
El elenco de la adaptación live-action de Netflix está encabezado por Iñaki Godoy, quien interpreta a Monkey D. Luffy. También incluye a Mackenyu (Los caballeros del zodiaco) como Roronoa Zoro, Jacob Gibson como Usopp, Emily Rudd como Nami, Taz Skylar como Sanji, Vincent Regan como Monkey D. Garp, Morgan Davies como Koby, Peter Gadiot como Shanks, y otros talentosos actores.