La tan esperada serie live-action de One Piece finalmente ha llegado, y ahora se ha revelado que la producción de ocho episodios aprovechó una ventaja inesperada.
Estamos hablando de los barcos que quedaron de otra exitosa serie de piratas, Black Sails.
En una entrevista con IndieWire, el showrunner del programa, Steven Maeda, compartió detalles sobre esta decisión estratégica de filmar en Sudáfrica, lo que les permitió reducir costos significativamente. Una de las medidas fue la reutilización de los impresionantes barcos que se habían utilizado en la serie Black Sails.
“Tenían todos estos barcos de ‘Black Sails’ que reutilizamos, y nuestro equipo de diseño de producción hizo un trabajo maravilloso”, comentó Maeda. Además, mencionó que aunque los barcos tenían un tamaño ligeramente más pequeño, seguían siendo imponentes y requerían una preparación meticulosa, incluyendo la correcta colocación de velas y aparejos. La mayoría de las escenas que involucraban los barcos se rodaron en condiciones reales, lo que requería la experiencia de la tripulación en Ciudad del Cabo para llevarlo a cabo con éxito.
Maeda también habló sobre el desafío de cumplir con las altas expectativas de los fans de One Piece y mantenerse fiel al espíritu y la emoción del manga original. “Sabía que habría muchas expectativas, especialmente por parte de los fans que son muy protectores y con razón”, expresó. “No quieren que su manga favorito no sea representativo de las emociones que sintieron la primera vez que lo leyeron. Solo quería mantener fielmente todos los momentos divertidos y tontos sin dejar de lado las emociones. Ese era el objetivo número uno: quieres poder hacer que ambas cosas coexistan”.
Con esta combinación de creatividad, reutilización inteligente de recursos y un compromiso inquebrantable con el material original, la serie de One Piece busca cautivar tanto a los fans apasionados como a los recién llegados a esta emocionante aventura pirata.