Con el episodio 7, titulado “Sueños y locura”, Ahsoka ha llegado oficialmente a su punto penúltimo, aunque la historia parece estar lejos de terminar.
Después de una ausencia de un episodio completo, Ahsoka (Rosario Dawson) regresa a la trama principal, junto a su fiel compañero Huyang (David Tennant), mientras viajan en el Express Purrgil hacia una galaxia completamente nueva llena de caos. Mientras se aventuran en lo desconocido, Ahsoka se toma un tiempo para entrenar con su antiguo maestro Anakin Skywalker (Hayden Christensen), quien amablemente le dejó veinte hologramas de entrenamiento antes de su desafortunada caída al Lado Oscuro. Parece que Ahsoka, a pesar de su renacimiento, todavía está atrapada en el pasado.
El episodio comienza en una galaxia más familiar, sin embargo, con Hera Syndulla (Mary Elizabeth Winstead) enfrentando las consecuencias de sus acciones a través de un panel de escépticos y francamente condescendientes senadores, que ven sus informes sobre Morgan Elsbeth (Diana Lee Inosanto) y Thrawn (Lars Mikkelsen) como nada más que un cuento de hadas. En el último momento, C-3PO (Anthony Daniels) llega con un mensaje urgente de la Senadora Leia Organa, quien supuestamente autorizó la misión de Hera.
Aunque Hera logra evitar ser juzgada por sus acciones, la Canciller Mothma (Genevieve O’Reilly) siente de inmediato que la Senadora Organa no sabía sobre la misión hasta que necesitaron su ayuda para sacar a Hera de problemas. De todos los senadores, Mon Mothma es la única que ve a Thrawn como una amenaza seria, una que merece una seria preocupación. Si bien la inclusión de la Senadora Organa parece un intento de tocar las cuerdas aún sensibles, fue un alivio que Dave Filoni optara por solo mencionarla en lugar de recrearla mediante CGI para agregar otro Skywalker del valle siniestro al club.
Cuando los Purrgils finalmente hacen el salto a la galaxia lejana, muy lejana, Ahsoka y Huyang se encuentran depositados justo en medio de un inmenso campo de minas imperiales, que ha sido configurado para detener su llegada. Aunque Ahsoka no es una SkyGuy, navega expertamente su nave a través de una secuencia de minas explosivas que parece sacada de un nivel imposible de vencer en el videojuego de principios de la década de 2000 “Star Wars: Jedi Starfighter”. Con la llegada de Ahsoka demostrando que evitó la muerte, Morgan presenta a Thrawn sus descubrimientos sobre los Jedi, como él solicitó en el episodio de la semana pasada.
Thrawn parece gratamente sorprendido por el hecho de que Anakin Skywalker fue su Maestro, un Jedi con el que una vez forjó una alianza improbable en “Star Wars: La guerra de los clones”, y, por supuesto, es una de las pocas personas que sabe que Anakin Skywalker es Darth Vader. Así que es bastante divertido que él no supiera esta pieza crucial de información de antemano, aunque los recién llegados a Ahsoka probablemente estuvieron igualmente confundidos por el hecho de que Anakin incluso tenía una Padawan.
Thrawn, el maestro táctico que es, se da cuenta de que el enfoque principal de Ahsoka será encontrar a Sabine, y convenientemente sabe exactamente dónde está. Baylan (Ray Stevenson) instruye a Shin (Ivanna Sakhno) para que mate a Ezra y Sabine, ya que su camino es uno de ambición, mientras que el de él aparentemente no lo es. Indica que tiene la intención de separarse de ella, pero la deja con sabias palabras sobre cómo la impaciencia por la victoria siempre conducirá a la derrota. Este consejo podría haber sido beneficioso para el proceso de escritura del guion, ya que Ahsoka ha perseguido la victoria de manera bastante impaciente.
Entre el episodio 6 y el episodio 7, Sabine (Natasha Liu Bordizzo) ha puesto al tanto a Ezra (Eman Esfandi) de todo lo que ha sucedido desde que él desapareció, desde la caída del Imperio hasta la muerte del Emperador Palpatine y el ascenso de Hera y Zeb. Sin embargo, no le ha contado cómo lo encontró en Peridea. Mientras viaja con Ezra y los Noti, Ahsoka se comunica con ella a través de la Fuerza, y Sabine se sorprende comprensiblemente al escuchar a su antigua Maestra que ella creía muerta.
En una secuencia de persecución decididamente al estilo de Star Wars Rebels, los saqueadores se abalanzan sobre Sabine, Ezra y los Noti, y se ven obligados a luchar con las herramientas que tienen a su disposición. Los Noti son criaturas pacíficas, lo que significa que en su mayoría se defienden de los saqueadores armados con blásteres con rocas y escombros. La directora Geeta Vasant Patel (La casa del dragón) crea una escena visualmente muy divertida, que se siente un poco más optimista que los episodios anteriores.
Afortunadamente, Sabine y Ezra no tienen que enfrentarse solos a Shin una vez que llega a la escena, Ahsoka también aparece para ofrecer ayuda, pero es Baylan contra quien se enfrenta primero. Una vez más, Ahsoka utiliza batallas de sables de luz en lugar de escenas más significativas. Envuelta en túnicas blancas y grises con sus sables de luz blancos, las acciones de Ahsoka se pierden en gran medida en los cielos grises y oscuros sobre ellos. Ni Ahsoka ni Baylan parecen estar demasiado comprometidos en la pelea, con Ahsoka optando por crear una distracción para escapar del duelo y llegar a Sabine y Ezra antes de que sea demasiado tarde.
Es casi demasiado tarde cuando Ahsoka llega. Rodeados de Night Troopers y completamente fuera de su elemento, Ezra sugiere que hablen como una forma de distraer a Shin lo suficiente como para que Ahsoka entre en acción y salve el día. La subsiguiente pelea comienza con un deslumbrante torbellino de sables de luz chocando, blásters disparando y Ezra usando la Fuerza para derribar a los enemigos. Finalmente, Shin se da cuenta de que las cosas no van según lo planeado, especialmente cuando Thrawn retira a sus tropas y la deja para recoger los pedazos de su victoria fallida.
Antes de salir corriendo, Ahsoka le ofrece ayuda, una opción diferente al camino en el que está, pero Shin no la acepta. Quizás sea una pista sobre el futuro del personaje, aunque la perspectiva es bastante sombría para los usuarios de la Fuerza, buenos y malos, en este punto de la línea de tiempo. Mientras que Morgan Elsbeth ve su derrota como una pérdida, Thrawn la considera un éxito. Pueden haber perdido a los Night Troopers, y Ahsoka puede haberse reunido con Sabine y Ezra, pero Ahsoka también perdió tiempo. En el tiempo que llevó que ocurriera el enfrentamiento, Thrawn logró casi completar su transferencia de carga para su escape de Peridea.
“Sueños y locura” cierra con un sorprendentemente conmovedor y muy al estilo de La guerra de los clones/Rebels, con Ezra maravillándose ante la realización de que finalmente puede regresar a casa. Es una reunión ligeramente más adecuada que el momento tenso de la semana pasada con Sabine y Ezra, pero esa alegría se ve empañada por el conocimiento de que la amenaza de Thrawn se cierne sobre el futuro de una manera muy real. Aunque, ¿lo hace? El final de Ahsoka tiene mucho terreno que cubrir para preparar hacia dónde se dirige esta historia, especialmente si tiene la intención de hacer que Thrawn parezca una amenaza genuina y no solo otro Moff Gideon (Giancarlo Esposito) compitiendo por el poder en un período inestable para la galaxia.
Los primeros siete episodios de Ahsoka están disponibles en Disney+.