Black Mirror es, sin duda, una de las series más populares en el catálogo de Netflix en la actualidad, pero muchos se preguntan si su asociación con la plataforma no la ha alterado.
La serie, que se estrenó en 2011 en Channel 4 de Gran Bretaña, fue producida por Netflix a partir de la tercera temporada en 2016. Para algunos fanáticos, los primeros episodios, realizados antes de que Netflix se hiciera cargo, siguen siendo los mejores.
Sin embargo, el creador de la serie, Charlie Brooker, defiende los cambios en la serie. En una entrevista con The Guardian, Brooker explicó que era necesario que la serie evolucionara, incorporara nuevas historias y un elenco más amplio.
Brooker enfrenta críticas que señalan que la serie perdió su esencia británica y sombría para volverse más luminosa y tener un elenco lleno de estrellas de Hollywood desde que Netflix se involucró. Aunque reconoce que se esperaba que su enfoque se mantuviera igual, él también argumenta que la plataforma no tuvo mucho que ver con este cambio.
El creador de Black Mirror explica que, consciente de que la serie ahora tiene una audiencia global, se esfuerza porque las historias sean más internacionalmente accesibles. Quería agregar diversidad al tono general de la serie en lugar de continuar con la misma fórmula oscura. Aclara que episodios como “San Junípero”, que tiene un tono más alegre, fueron decisiones personales suyas y no influencia de Netflix.