- El físico Leonardo Vetra percibió olor de carne quemada y de inmediato supo que se trataba de la suya.
- Desde lo alto de los escalones de la Gran Pirámide de Giza, una joven lo llamó, riéndose.
- El enemigo más peligroso es aquel a quien nadie teme.
- Aquí la única religión es la física.
- La eterna oposición entre luz y oscuridad.
- —Para encontrar la verdad, a veces hay que mover montañas.
- Las gotas de lluvia son las lágrimas de los ángeles que caen para limpiar nuestros pecados.
- Las leyes de la física son el lienzo sobre el que Dios pintó su obra maestra.
- Ciencia y religión no son opuestas.
- Es solo que la ciencia es demasiado joven para comprender.
- «El miedo incapacita con mayor rapidez que ningún instrumento de guerra.»
- Cuando se tumba bajo las estrellas, ¿siente la presencia divina?
- La religión es como un idioma o un vestido.
- La ciencia me dice que Dios existe. La mente, que nunca lo comprenderé. Y mi corazón, que está más allá de nuestros sentidos.
- ¿Cómo se le ocurre presentarse en el Vaticano con pantalones cortos?
- Nada atraía más el interés humano que la tragedia humana.
- Los milagros modernos pertenecen a la ciencia…
- —Ninguna buena acción queda sin castigo.
- En medio de la rojiza niebla que les rodeaba, creyó divisar un débil rayo de esperanza.
- —Respira con los ojos —dijo ella.
—¿Cómo dices?
- —Ahora sí que irás al infierno.
—Y me llevaré conmigo mi Pulitzer.
- Resplandecientes bajo la puesta de sol escarlata, los tejados rojizos de Roma se extendían ante él como un océano de fuego.
- La oscuridad se cernía sobre sus cabezas como una noche sin estrellas.
- Como aspirinas que curaban el cáncer a gente que creía estar usando un medicamento milagroso. ¿Qué era si no la fe?
- El ángel alzaba su flecha en llamas como si de una baliza se tratara, señalando el camino.
- «¿Por qué demonios no he entrado con ella?»
- Huelen como el cielo, pero arden como el infierno.
- A tres metros del infierno, en plena carrera, chocó contra un muro de calor.
- Una respiración en la oscuridad, a su espalda.
- La religión es imperfecta, pero solo porque el hombre lo es.
- «Deja que los ángeles guíen tu noble búsqueda.»
- Las sombras de la historia parecían susurrar en la oscuridad, pero él siguió adelante.
- —Señor Langdon. Debe de tener usted un ángel de la guarda.
- A veces, la revelación divina simplemente significa conseguir que tu cerebro oiga lo que tu corazón ya sabe.
- La mente puede causar mucho más dolor que el cuerpo.
- «Soy un faro en la oscuridad. Soy la luz.»
- La ciudad parecía un enorme cielo estrellado.
- Sin oscuridad, no hay luz. Sin mal, no hay bien.
- Es la duda lo que les proporciona almas. Nuestra necesidad de saber que la vida tiene sentido.
- Hay que forjar demonios modernos para el hombre moderno.
- Ningún amor es mayor que el de un padre por su hijo.
- Una pira de fuego místico… Un ángel materializándose entre la multitud… La suave mano de ella tomando la suya y guiándolo hacia la noche…
- Hoy el mundo parece un lugar mejor.
- Quizá las preguntas son más poderosas que las respuestas.
- —Espero que creas en la vida después de la muerte, Robert Langdon —dijo Vittoria, sentada a horcajadas sobre él.
- Vittoria se quitó la bata.
—Nunca te has acostado con una experta en yoga, ¿verdad?