- UN BOMBERO VE «PLATILLOS VOLADORES».
- Se convirtió en el lema del grupo, aunque Jonesy no tuviera ni idea de quién había empezado a decirlo.
- Un llanto que se te mete en el cerebro y es como cristales rotos.
- Los sueños envejecen más deprisa que los soñadores.
- Si es tan bonito lloviendo, ¿cómo será en un día de sol?
- Descubres que la máquina de sueños tiene un letrero grande de NO FUNCIONA.
- Querer más es una receta segura para llevarse disgustos.
- Los sueños, para los niños.
- En su vida también ha penetrado la oscuridad (el filtro polarizador).
- Juntos siguen derrotando al tiempo.
- Cierra los ojos. Ya no hay habitación, sino una oscuridad que se agradece.
- No sabemos qué días nos cambiarán la vida. Probablemente sea una suerte.
- Se cavó su propia tumba con el tenedor y el cuchillo.
- Jonesy estuvo a punto de matarle cuando salía del bosque.
- Le gustaba más la música del bosque: la seda del viento en los pinos.
- Me gusta volver y verte arriba, como el vigía en los libros de aventuras en el mar.
- —Un atrapasueños —dijo Jonesy—. Es un amuleto indio. Creo que sirve para ahuyentar las pesadillas.
- El gris se va volviendo negro: hola, amiga oscuridad.
- El ruido del viento en los pinos parecía la aspiradora del mismísimo Dios.
- Son ovnis, coño, como en la serie de Scully y Mulder.
- En las pesadillas nunca se llega a donde se quiere ir.
- Llamó a la puerta—. ¡Déjanos entrar! —Pero ¿quería entrar? No.
- Solo son otro dibujo en el papel de pared del mundo.
- Iba absorto en sus recuerdos, y sin salir de ellos ya volaba por los aires.
- La última nota se queda flotando en el aire, y ante tanta belleza, por unos momentos, el mundo se aguanta la respiración.
- Ahora entendía la sensación de un ciervo sorprendido por los faros de un coche.
- Se oyó el ruido de algo cayendo al agua de la taza.
- Entonces Jonesy y Beaver, abrazados, se echaron a gritar.
- Parecía Duddits: más tonto que la madre que lo parió, y sin posibilidades de mejora.
- Sus ojos negros eran dos ascuas.
- No son como ET, no son seres indefensos que lo único que quieren es una tarjeta telefónica para llamar a casa.
- Había descubierto que el suicidio tenía voz, y que quería explicarse. La pega era que no dominaba el inglés.
- Se volvió justo a tiempo para ver que se movía algo detrás de la puerta.
- Mientras se lo pensaba, oyó ruido en uno de los dormitorios de la planta baja. Ruido de algo deslizándose.
- En el fondo, lo mejor siempre te lo enseñan los amigos.
- Hola, calor, hola, verano, hola, amiga oscuridad.
- La muerte con sus artimañas de siempre. La muerte haciéndose pasar por un paciente. La muerte fingiendo dolor.
- Todos los viajes se convierten en viajes en el tiempo. Todos tienen como base la memoria.
- Su cerebro mezcla cosas y las reduce a puré para poder tragarlas con mayor facilidad. Es como funcionan los sueños.
- ¿Y la pared de ladrillo? ¿Qué es? ¿De cuándo? ¿Qué significa, y por qué la ves constantemente?
- Es como abrir un archivo en el ordenador personal y no encontrar palabras.
- En el despacho abandonado de su exilio, Jonesy vio que se movía el pomo de la puerta.
- —¿Dónde estás, Jonesy? —preguntó—. ¿Hay sitio para dos?
- En la oscuridad del cobertizo, cargada de un olor dulce, los labios de Henry esbozaron una sonrisa amarga.
- Pensamientos y palabras eran lo mismo.
- Tampoco es que los suyos vinieran a inscribirnos en el Círculo de Lectores de las Galaxias.
- Recibió la idea incrustada en una compleja filigrana de emociones: frustración, culpabilidad e, inevitablemente, miedo.
- Hasta su locura se presentaba bien planchada, almidonada y sin particular interés.
- ¡Esto es Halloween en el infierno!
- «Despierta y sé un héroe.»
- Se produjo un momento de silencio absoluto, justo antes de que se abrieran las puertas del infierno.
- De repente (siempre era igual de repentino, igual de mágico) el mundo desapareció.
- Hemos visto al enemigo y somos nosotros.
- Los corazones son para partirse, y las decisiones para cambiarlas.
- Hágase terrestre y podrá pasarse el resto de la vida experimentando con los sentidos.
- Misma mierda, diferente día.
- Gray… Gray…, pensó Kurtz. Por sus anagramas les conocerás.
- Yo, para ver gente de otro planeta, prefiero alquilar un vídeo.
- Los muertos venían a por su hijo.
- Tenía en una mano un ordenador Palm Pilot, herramienta que le habría envidiado con seguridad Adolf Eichmann, el célebre contable de la muerte.
- Corría por un campo, con luna llena, y tenía miedo de mirar hacia atrás porque le perseguía… la cosa.
- Preguntó una voz inhumana: «¿Qué es una nevera?».
- Y, al final, la oscuridad no se lo tragaba a él, sino a sus amigos, uno por uno.
- Hay sueños que mueren y se desprenden: se trata de otra de las verdades amargas de la vida.
- El dolor convierte la sustancia en sombra, y en farsa hasta al amor.
- Le sonaba música de miedo en la cabeza.
- ¿Te has acordado del pan?
—Sí, pero he perdido las salchichas.
—Qué tocada de cojones. —Jonesy respiró larga, entrecortadamente—. La próxima vez voy yo.
—Tócame los perendengues, colega —dijo Henry, y Jonesy se deslizó en la oscuridad con una sonrisa.
- El sueño perdido de una noche se recuperaba a la siguiente. Era como recibir a una amante.
- ¿Quién canta la nana, y nos ayuda a dormir cuando pasamos pena y miedo?
- Después bajaron por los escalones y cruzaron juntos el césped, Jonesy cojeando y Henry con el niño dormido en sus brazos. Por ese momento, la única oscuridad fueron sus sombras siguiéndoles por la hierba.
- Este libro fue escrito con el mejor procesador de textos del mundo: una pluma Waterman.