- ¿Qué significa amar verdaderamente a alguien?
- Si suyas son las estrellas en el cielo nocturno, mi mundo se halla en los desolados espacios vacíos del firmamento.
- Me enamoré de ella cuando estuvimos juntos, y después aún me enamoré más de ella en los años en que estuvimos separados.
- Me llamo John Tyree. Nací en 1977, y crecí en Wilmington.
- Entonces fue cuando la vi subiendo los peldaños de madera que conducían hasta el muelle.
- —No he dicho nada…
—No hace falta; con la mirada lo dices todo.
- —Cuéntame algo que nadie más sepa.
- La pasión es pasión. Es el entusiasmo entre los espacios tediosos, y no importa hacia dónde vaya enfocada.
- La pasión y la satisfacción van cogidas de la mano, y sin ellas, la felicidad solo es temporal.
- En la playa, podía ver varias parejas paseando bajo un cielo salpicado de pinceladas de color azul añil.
- Me imaginaba sentado al lado de la chica de mis sueños y sintiendo que el mundo estaba en absoluta armonía.
- —Dudé, sabiendo que si me detenía en ese momento, ya nunca sería capaz de continuar—. Te quiero —susurré.
- Nada se podría comparar con ese preciso instante, cuando, por primera vez, besé a la chica de mis sueños y supe que mi amor por ella nunca tendría fin.
- Tumbados boca arriba, disfrutamos del magnífico espectáculo de una lluvia de estrellas.
- Perdidos el uno en el otro.
- —¿Me escribirás? —le pregunté.
- Querido John:
Hay tantas cosas que deseo decirte que no estoy segura de por dónde empezar. ¿Debería comenzar por decirte que te quiero?
- Me pueda sentar bajo un árbol y sentir cómo la brisa me acaricia la cara cuando leo tus palabras en el papel.
- El beso que me dio fue uno de esos momentos mágicos completo, con su lenguaje y su geografía especial, mitos fabulosos y maravillas de épocas lejanas.
- Seguía bebiendo los vientos por Savannah.
- Me di cuenta de que ese viaje, mi vida entera, conducía indiscutiblemente a ella.
- —¿Te acordarás de contemplar la luna llena?
- El hecho de conocerte me permitió saber lo que significa amar de verdad.
- Mi única acción fue recuperar la carta que había arrugado. La alisé tanto como pude, la guardé en el sobre, y decidí llevarla conmigo como si se tratase de una herida de guerra.
- —La vida es maravillosa, ¿no te parece? —bromeó. Se marchó de nuevo y regresó con una carretilla.
- Si añades esa carga a todo lo demás, a veces tengo la sensación de que me ahogo en un pozo sin fondo.
- —No pienso dejarme vencer —proclamó, aunque su voz empezaba a quebrarse—.
- Todos necesitamos a alguien con quien hablar.
- La luz plateada del atardecer se reflejaba en sus ojos mientras ella aguardaba mi respuesta.
- Estaba oscuro; las nubes habían desaparecido, y encima de las montañas se extendía un manto de estrellas.
- Aprendí que se puede seguir adelante, por más que parezca imposible, y que, con el tiempo, el dolor… merma.
- El amor debería suscitar alegría, debería proporcionar paz interior; sin embargo, de un modo constante, nuestra historia solo aportaba dolor.
- Una lágrima rodó por su cara, y a pesar de que sabía que simplemente debería marcharme, avancé un paso hacia ella.
- Siempre serás lo mejor que hay en mí.
- Deseo vender la colección de monedas de mi padre, y necesito el dinero tan pronto como sea posible.
- Amar significa preocuparte más por la felicidad de la otra persona que por la tuya propia, sin importar las elecciones dolorosas que tengas que asumir para lograrlo.
- Yo también alzo la vista hacia la luna. Por un instante efímero, me estremezco por la inexplicable sensación de que, de nuevo, los dos estamos juntos.